Mi Camino Hacia La Belleza

Una historia real sobre cómo descubrí mi pasión por el cuidado de la piel… y cómo también puede inspirarte.

El Momento Que Cambió Todo

Yo estaba estudiando veterinaria.
Era mi rutina: libros, exámenes, planes. Todo apuntaba a un futuro lejos de la belleza.

Hasta que un día, sin planearlo, entré a una peluquería.

Fui a visitar a un familiar. Empujé la puerta, y en cuanto entré… todo cambió.

Lo primero que sentí fue el olor: tintes, productos, perfumes mezclados en el aire.
Vi a mujeres conversando, riendo, con el cabello envuelto en toallas, otras frente al espejo, transformándose.

Escuché las tijeras cortando con ritmo, los secadores zumbando, la música sonando de fondo.

Me quedé quieta, mirando cada detalle.

No sé cuánto tiempo pasé ahí parada, pero lo sentí claro, como un golpe al pecho:
“Esto es lo mío. Aquí es donde pertenezco.”

Salí de ahí sabiendo que mi vida tenía que cambiar.

Éxito, Pero A Mi Manera

Hoy, después de tantos años, miro atrás y no puedo evitar sonreír.

Lo que empezó como una visita casual a una peluquería, terminó siendo la mejor decisión de mi vida.

He trabajado con muchísimas mujeres que, como yo, estaban perdidas entre rutinas, productos y promesas vacías.
Y cada vez que veo cómo recuperan la confianza en sí mismas, siento lo mismo que sentí aquel primer día: esa emoción que me hizo dejarlo todo.

Pero aquí va una verdad que poca gente entiende:

Para mí, el éxito no está en tener mil clientas ni en vender productos a lo loco.

Mi éxito es simple:
Vivir de lo que amo.
Tener un hogar donde me siento en paz, con mis perros, con mi hija, disfrutando lo simple.
Seguir aprendiendo cada día para poder ofrecer lo mejor, sin mentiras ni promesas falsas.

Sí, lo logré. Pero no lo hice para impresionar a nadie.

Lo hice para sentirme feliz, libre y en paz conmigo misma.